Una feria con reivindicaciones, ganado mal presentado y figuras
Primeras noticias de la FeriaTras la pandemia algunas cosas han vuelto por sus fueros. Como sucedía antiguamente se ha vuelto a especular con los carteles, bien es cierto de manera muy distinta, pues ahora en vez de ser la barra del bar donde el enterado de turno alzaba la voz, o la bajaba según consideraba para decir que ya se sabían los carteles, tras lo que los enunciaba de corrido, este año, estos se han manifestado mediante las redes sociales. Hoy como ayer, los pronósticos más o menos de buena tinta no han acertado.
La presentación de carteles
Lo primero que sorprendió, en la pantalla gigante colocada delante de la puerta de corrales, un mensaje encriptado que decía: “toros en La Corredera: reinaugurada en 1990”. Como explican poco, lo que deduzco es que querían expresar, seguramente, una referencia a la historia más que centenaria de la plaza de toros, y ante su negativa a reconocerlo, varias veces manifestada, pues les diré que si querían poner de manifiesto un cambio habido en el coso, también deberían haber hecho referencia a la “reinauguración” que se hizo en el año 1949, cuando se construyeron alguno de los tendidos, como el 5, que hasta entonces eran simplemente cúmulos de tierra, o a la importante remodelación del año 1959, cuando crecieron en altura y capacidad los tendidos 1 y 6. Todas estas modificaciones tuvieron su reinauguración con gran satisfacción de los vecinos, como la tuvo la de 1990. Yo sigo preguntándome si los propagandistas ocasionales del ayuntamiento conocen la historia de nuestra plaza, porque eso tiene fácil solución con la lectura, aunque sea autopropaganda, del libro “Historia General de la Plaza de Toros de la Corredera”.
Fue una presentación con más alarde de medios que de efectividad, pues los organizadores se empeñaron en mezclar conferencia taurina y presentación, y como la primera fue por delante la mayoría de los asistentes mostraban y manifestaban su deseo de dar paso lo antes posible a saber cuáles eran los carteles, en detrimento del conferenciante que se esforzaba, al parecer, por contarnos parte de la historia de La Corredera, pues era difícil seguir sus palabras con el run run de los inquietos. Cuando por fin cayó el primer telón apareció la imagen de la composición de la Feria, había muchas figuras, pero como no se dio la palabra a los asistentes el comentario a la salida era el monoencaste de la feria, se echaba de menos alguna ganadería de las denominadas “duras” y la falta de dos toreros: el uno local por nacimiento como es Miguel de Pablo (que casualidades de la vida unos días después cortaba dos orejas y salía a hombros en otra feria de la provincia de Madrid en la que también estuvieron anunciados varias figuras), y la de Isaac Fonseca, mejicano-colmenareño, del que se suponía estaría en uno de los carteles de relumbrón.
También se anunció, y no gusto, en general, que se rompíese con la tradición de varios años de desencajonar el jueves los tres primeros festejos, este año solo saltarían ese día el ganado de los dos primeros.
El cambio y los argumentos no gustaron, además de alertar sospecha sobre la presentación de las corridas del lunes y martes Desencajonamientos En plural, pues este año, rompiéndose la tradición el jueves, con una gran entrada, lo que demuestra que el público de estos lugares sigue disfrutando de ver salir los cornúpetas que se van a lidiar en la Feria de los cajones. Fue un gran acierto el que hace unos años a alguien se le ocurriese que el mejor momento de soltar los toros era a partir de las ocho de la tarde, cuando el sol ya comienza a caer y predominan las localidades de sombra, que no siempre fue así.
La pancarta reivindicativa ya estuvo presente en el acto inicial:
“Que vuelva el toro-toro y el rigor a Colmenar”, muchos pensamos que no estarían mal las dos cosas.
En primer lugar saltaron los novillos de la ganadería de Castillejo de Huebra, que se habrían de lidiar el sábado, lástima lo mal que se percibe el sonido en esta plaza, pues no de los que un afanoso señor trataba de explicarnos. O solucionan la sonoridad o mejor es dejar de dar explicaciones que no se entienden.
La presentación de los novillos muy terciadita, no levantó comentarios, más bien la indiferencia.
Tampoco gustaron mucho los desiguales toros de Monte la Ermita escogidos para la corrida del domingo. Resultado, poco entusiasmo.
El del domingo siguiente, ya en plena Función, a las 13 horas, con un sol de justicia en todo lo alto en el verano más tórrido desde que se tiene control estadístico, lo que significa poca sombra donde guarecerse se realizó el desencajonamiento de las ganaderías del lunes y del martes. Las malas lenguas dijeron que retrasaban la del lunes porque no venía muy bien presentada, y parte de razón tenían, porque una vez en el ruedo comprobamos que era una corrida mal presentada, por desigual, la de Zacarías Moreno; pero peor estaba la del martes, la de Luis Algarra, mucho más desigual y más chica en general.
No hubo mucho público, posiblemente por el calor y la solanera.
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