El pavimentado sigue siendo una asignatura pendiente en las calles de Colmenar 

Sociedad
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Las quejas de los vecinos de Colmenar Viejo por el estado de las calles se multiplican mientras el equipo de gobierno y la oposición abandonan la gestión municipal, únicamente preocupados por el próximo calendario electoral y sus campañas de propaganda.

La Asociación de Vecinos por Colmenar Viejo viene denunciando desde hace años la falta de interés de los responsables municipales por la calidad de proyectos y ejecución de las obras de pavimentado en nuestra localidad. En las obras de asfaltado, las calles permanecen fresadas durante semanas, pero sin la pavimentación, y los pasos de peatones sin pintar durante meses hasta que las necesidades publicitarias del Ayuntamiento aprovechan la siguiente campaña de señalización vial, totalmente ajeno a los riesgos que corren peatones y vehículos. A esto se suma los desperfectos en el acabado, calles en las que se parchea poco después de asfaltar o que quedan con las tapas de las alcantarillas a distinto nivel de la capa de asfalto.

 Lo que ocurría en la Navidad pasada en las calles Puerto Rico, Plaza de la Mosquilona o el tramo de Mosquilona,  Avenida de los Poetas o la calle Molino de Viento, sigue ocurriendo en las obras recientes, como en la calle Río Duero. La falta de control de las obras municipales viene siendo denunciado por la Asociación largo tiempo y tiene como responsables directos al concejal de obras y a su equipo.

 Pero no solo es el asfaltado. La política del ayuntamiento de adoquinar las calles del centro sigue ejecutándose sin la calidad necesaria, tanto en el proyecto, como en la ejecución, y especialmente en la ausencia de control e inspección de las obras. Cuando la Asociación denunció en 2020 la obra de la calle Pedro López, cuyo adoquinado ya presentaba hundimiento a la altura de la calle Alférez Palacios a los pocos días de abrirse al tráfico, la administración municipal permaneció impasible.

 Igual hizo con la calle Real, Feria, Huertas, plaza de Eulogio Carrasco… La Asociación ha venido manifestándose repetidamente por la falta de control que es obligación de la concejalía de Obras.

 La licitación de obras y contratos que se realizan exclusivamente con el criterio de menor precio conlleva no solo la utilización de materiales de baja calidad, sino también un perjuicio a los vecinos por unas obras que exigen subsanación posterior de las deficiencias y que terminan siendo objeto de otro contrato adjudicado sin publicidad: La misma obra, pagada dos veces, o más.

 Así, las deficiencias observadas en la ejecución del adoquinado en la plaza de Almagro y las calles Cuesta, Nueva, Luna y Trueno fueron comunicadas por vecinos al Ayuntamiento mientras se ejecutaban las obras, sin que los responsables municipales intervinieran eficazmente, procediéndose a adoquinar las calles sin haber consolidado la plataforma del vial. La falta de homogeneidad estructural de la plataforma que debe soportar los adoquines, sobre la que se ha echado una mezcla de arena y mortero y sobre ella los adoquines, carece de la resistencia mecánica suficiente, porque al ser la base desigual, de diferentes materiales, sin hormigonar por completo, por lo que la losa no

tiene la continuidad resistente necesaria para el tráfico real que soportan las calles por las que circulan vehículos pesados como los camiones de recogida de basura o los de aprovisionamiento de los comercios. En muchas zonas se ha adoquinado sobre la base preexistente que es muy heterogénea (hormigones de distintas composiciones, capas y vida, adoquinados anteriores, tierra), agravando los riesgos. Tampoco se han aplicado debidamente las instrucciones técnicas adecuadas, como las que recomienda el Instituto Español del Cemento y sus Aplicaciones: La base de arena se ha aplicado en un espesor excesivo; no se ha vibrado la parte de pavimento instalado; no se han instalado bordes de confinamiento, ni elementos retentores de los esfuerzos horizontales a la profundidad recomendada a nivel inferior de los adoquines… Y más grave, los adoquines no se han

colocado guardando las distancias máximas de 3 mm, sino que las holguras en muchos sitios son superiores a 5 mm y no se rellenaron en su totalidad con los áridos convenientes, por lo que el polvo y otros sedimentos se han ido acumulando en los huecos sin aportar la resistencia mecánica requerida. Con ello, el agua se filtra arrastrando la arena usada en la compactación hasta que los ladrillos quedan sin la suportación suficiente y se hunden, acelerando el proceso de pérdida de más arena.

En las calles aludidas se observan consecuencias de la pésima ejecución en forma de baches y adoquines sueltos o agrietados.

Sin embargo, hay una consecuencia económica importante: Al permitir el responsable municipal que los adoquines estén más separados de lo recomendable, no solamente se da el visto bueno a una ejecución deplorable, sino que además permite que el contratista ponga menos adoquines y más arena, abaratando los costes y aumentando su beneficio a costa del erario público y la seguridad del tráfico. Más sorprendente aún es que los grupos políticos de la oposición no hayan reaccionado ante esta actuación, pese a su experiencia, que, voluntaria o no, es claramente perjudicial para los intereses de todos los colmenareños.

Por ello, la Asociación de Vecinos por Colmenar Viejo vuelve a reclamar al Ayuntamiento y a los grupos de la oposición que extremen el control y vigilancia de las empresas contratadas. Que acudan a expertos en la redacción de los proyectos de obras y que preferentemente no se proceda al adoquinado, sino que se mantenga el sistema de asfalto antideslizante adecuado para compensar los efectos de las lluvias en el tráfico de vehículos, especialmente en las calles con mayor pendiente.