El confinamiento pone a prueba la vida en pareja

Imagen: Caniceus

Sociedad
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El confinamiento  casa ha afectado al equilibrio de muchas parejas, obligándolas a una convivencia intensa o a una separación forzosa. ¿Cuáles serán las consecuencias

n cuestión de semanas, la pandemia del coronavirus transformó las relaciones sociales en todo el mundo. El confinamiento ha pasado factura psicológica a millones de personas alrededor del globo y enfrentado a los hogares a nuevos desafíos, derivados de una convivencia intensa y prolongada en tiempos de alarma sanitaria, incertidumbre y crisis económica. En las casas, las parejas se han visto obligadas a pasar más tiempo juntas, lo que en algunos casos ha reforzado las relaciones y, en otros, las ha empujado al límite. La aparición de los términos coronababies y covidivorcio, utilizados desde hace unos meses, ilustra esta doble tendencia al amor y a la guerra que ha desatado el virus. Estos son los efectos del encierro.

Tras el confinamiento, ¿más divorcios?

El pasado marzo, la ciudad china de Xi’an fue la primera en confirmar que el número de peticiones de divorcio había registrado un aumento sin precedentes durante los primeros días en los que se relajó la cuarentena y se pudo acceder a los juzgados. ¿Sucederá lo mismo en España, donde el 55 % de la población (más de 20 millones de personas, según los datos del INE) vive en pareja?

Algunos expertos vaticinan que sí. “Al acabar definitivamente el confinamiento va a haber una eclosión de juicios”, prevé Ana Clara Belío, abogada especialista en Derecho de familia y presidenta de la sección de Derecho de Familia del Colegio de Abogados de Madrid. “Por un lado, se activan los procesos de divorcios que ya estaban en marcha y se vieron suspendidos el 15 de marzo. Por otro, las parejas que no habían iniciado estos trámites van a tener que acudir por primera vez al juzgado”, señala la letrada, que prevé un repunte debido a este “doble efecto”.

Los datos del Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) apuntan que las peticiones de divorcio siempre sufren picos después del verano y de Navidad. No obstante, no es lo mismo pasar juntos unos días en la playa o visitar a la familia política que atravesar una cuarentena. Al contrario que unas vacaciones, el confinamiento supone una convivencia forzosa, por lo que es posible que las consecuencias en el ámbito familiar deriven en más rupturas. Los expertos vislumbran un colapso tras el parón que ha supuesto el estado de alarma en los juzgados porque aún no están preparados para seguir funcionando en remoto.

Los problemas de pareja en el encierro y su porqué

Ana García Mañas, psicóloga sanitaria, sexóloga y directora de la formación Experto en Terapia Sexual y de Pareja de la Universidad Autónoma de Madrid, subraya que todavía no se han recogido datos ni se han llevado a cabo entrevistas rigurosas en España que permitan calibrar los efectos de la cuarentena en las relaciones de pareja. No obstante, durante el confinamiento observó en las parejas que ya asistían a consulta que los comportamientos y actitudes que se daban antes, se habían intensificado. “Si ya existía violencia, aumentó; si había ganas de volver, crecieron. El encierro ha funcionado como un espejo potenciador”, ejemplifica.

Durante los meses en casa, García Mañas ha visto cómo aumentaban las sensaciones de invasión y de rabia en función de los metros cuadrados disponibles en cada hogar, algo que también ha hecho más visibles cuestiones de clase social, subraya. “Las parejas que viven en casas muy pequeñas lo han llevado peor, porque no han podido aislarse y desconectar, ya que se necesita un espacio propio al que poder retirarse”, señala. Hay que tener en cuenta que, durante este tiempo, todas las emociones (rabia, tristeza, miedo) se han tenido que resolver en casa y en convivencia. Por lo tanto, es importante distinguir si nuestra pareja está enfadada porque ha perdido el trabajo o porque está asustada, por ejemplo, o porque nos ha dejado de querer, recalca la experta.

Las parejas con tendencia a engancharse en dinámicas tóxicas han tenido menos posibilidades de airearse y distanciarse de la situación para coger perspectiva, algo necesario para calmar la parte emocional”, añade Pablo Quiroga, psicoterapeuta de pareja. Sin poder acudir al trabajo o ver a amigos, la pareja ha ocupado todo el espacio, y el equilibrio que habían establecido entre los dos se ha roto.

 

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