El tío Tadeo, el de los dichos

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-¿Has visto lo que ha subido el recibo de la luz?

-Mucho, Rafael, yo creo que el más caro de la historia, tanto es así, que muchas familias tienen que hacer un apartado para su pago. Por cierto, ¿sabes que Colmenar Viejo fue uno de los primeros afortunados en disfrutar de ese agente físico?
-Sí, tengo algunas noticias de ello, creo que fue gracias a la decisión del marqués de Santillana, con la creación de su presa y su canal.
-Efectivamente así fue. Don Joaquín de Arteaga y Echagüe, XVII duque del Infantado y XVIII marqués de Santillana y XVIII conde del Real de Manzanares,

fue mediante una ley aprobada en las Cortes el 17 de abril de 1900, firmada por la Reina Regente, en la que autorizó al conde que llevaba el título de nuestra Comarca, para abastecer de aguas potables a la zona alta de Madrid, del aprovecho de tres metros cúbicos por segundo de agua de nuestro río de Manzanares, caudal que en algunas fases del año el río no tenía, ya sabes del dicho de Francisco de Quevedo, que decía:

Manzanares, Manzanares,
arroyo aprendiz de río
………………………
Que trae más agua en un jarro
que cualquier cuartillo de vino.

D. Joaquín de Arteaga y Echagüe, Marqués de Santillana y XVIII Conde del Real de Manzanares, el impulsor del suministro de agua y electricidad a Colmenar Viejo

A principios del siglo XX, el 7 de noviembre de 1901, se inauguró el alumbrado público en Colmenar Viejo, mediante un salto de de 2.000 caballos sito en las cercanías de Colmenar Viejo, llegó la luz al pueblo, y en septiembre al Palacio Real de Madrid, y al del Pardo, y se comenzaba a dar luz a las poblaciones de Fuencarral, San Sebastián de los Reyes y Alcobendas.
-Asique fueron nuestros abuelos los primeros en disfrutar de la luz.

-Eso es, y no creas que estuvo mal el definir a la electricidad como luz, porque nuestros antepasados fue lo primero que obtuvieron del mencionado agente físico, ya que en aquellos primeros años no existía electrodoméstico alguno, y respecto a los dichos como el de Quevedo, decirte que uno de los primeros aplicados a la luz, nos lo dio el “Tío Tadeo”. Ya sabes que antes la electricidad se conducía mediante cables trenzados realizados por hilos de cobre protegidos por goma y tela, semejante a las cuerdas de tomiza, que incluso en nuestro tiempo aún se empleaban hasta que llegó el plástico y cambiaron los conductores.

-Pachasco que macuerdo, y de las llaves de luz, que eran de porcelana o china con manubrios de madera.
-Bueno, pues según cuentan, el “Tío Tadeo” al ver la luz en una casa, acostumbrado a haberla visto siempre luz mediante velas, lamparilla, candiles y otros utensilios, al contemplar la luz de una bombilla que llegaba mediante ese cable trenzado, exclamó:

-¿Habéis visto que adelantos? ¡la luz por una tomiza!

-Yo no conocí al “Tío Tadeo”, Gregorio, pero debió de ser muy popular en Colmenar Viejo, porque también he oído hablar de él.

-Falleció cuando nosotros éramos prácticamente unos bebés, pero aún como bien has dicho, se sigue hablando de él, Rafael.
-Según me contó su nieto Julián, el hacerse popular en Colmenar Viejo, parece ser que comenzó porque era sordo, y le gritaban:

-¡Tío Tadeo! Tío Tadeo! ¡Tío Tadeo!
-Y cuando lo oía contestaba:
-No hace falta que me llaméis tanto, que no soy tan sordo como dice la gente, que yo bien me oigo.

-Respecto a su aspecto físico, la sordera, fueron muchas las anécdotas que le surgieron, de una de ellas fueron testigos todos los ocupantes de un autocar que se dirigían a la capital., En aquellos años la carretera de Madrid era más estrecha, el “Tío Tadeo” iba montado en su borrica y se dirigía al campo, donde tenía sus cabras y ovejas por mitad de la carretera por el tramo del Rosario hasta el arroyo de Tejada, y el autocar de línea, iba detrás de él tocando la bocina, que entonces no debía de sonar muy fuerte, y nada, que el “Tío Tadeo” al no oírla, no se apartaba, hasta que llegando al arroyo de Tejada, ya cansado de ir detrás de él, se bajó del autobús y llegando a hasta él le dijo:

-¿Qué, nos deja deja pasar?
-A lo que el “Tío Tadeo” respondió:
-¡Gran jodío, haber tocau la bocina!

-Otra de sus anécdotas, surgió por su nombre, así se la contó a Julián su padre Benito García, uno de los hijos del “Tío Tadeo”, transmisión que te traslado según la versión de su nieto. En cierta ocasión el “Tío Tadeo” reunió a sus hijos, y dándose cierta importancia con ellos, les dijo:

-Hijos, si seremos famosos que hemos salido en los manubrios.

-Sobre los manubrios, el “Tío Tadeo” se refería a la manivela de los organillos, porque los organilleros en plan jocoso cantaban algunas coplas referidas a Tadeo cierto personajillo chulo de aquellos madriles castizos, y que se los aplicaba a él, entre ellas cantaban:

-“Tadeo, no te cortes el bigote que estás feo.”
-Y que finalizaba:
-“A Tadeo como es tan chulo, le afeitaban los pelos del culo,
y encima daba propina, para que le cortaran los de la minina.”

-Entre su rebaño tenía una cabra a la que dedicaba un gran cariño, la llamaba “Cantarilla”, como la gente la conocía, cierto día una persona le preguntó:

-¿Qué, dónde va a llevar hoy a comer a la cabra?
-A lo que el “Tío Tadeo” le respondió:
-Al Embarcadero.

-Se refería al Embarcadero del antiguo ganadero de reses bravas Victorio Torres Rodríguez, ya sabes a cual me refiero, al que actualmente parte de él forma la Oficina Comarcal Forestal de la Comunidad de Madrid y la Casa de Niños en la calle Gustavo Adolfo Bécquer, 18.

Siguiendo con esa historia; ese día se murió “Cantarilla”, y cuando a su vuelta al pueblo le vieron apenado, le preguntaron:

-¿Qué le pasa Tío Tadeo?
-Como respuesta a su desgracia le dijo:
-Que ha malparido la abuela.

-El “Tío Tadeo” por su estrato social, su formación casi toda ella con su rebaño en el campo, su instrucción debió de ser rústica, algunas veces en exceso, como en el caso que le pasó con sus primeros zapatos, ya sabes que la forma de los zapatos tienen es su pequeña tendencia a convergir, por lo que cada zapato es para un pie, pero él los llevaba al revés, cuando apreciado por la gente le increpaba:

-Tío Tadeo, que lleva los zapatos al revés.
-A lo que él los respondía:
-Ya lo se, pero eso va con escuela, que es pa que se enderecen.

-Otro dicho le sucedió el primer día que fue a Madrid con sus nueras, en su transitar, se cruzó con infinidad de personas que pasaban ante él inadvertidas, a lo que él en su apreciación les dijo:

-Aquí cada uno va a su intento, y nadie dice ni adiós.

-En otra ocasión estaba con su hijo Benito en el campo con las cabras, ya de noche, hicieron un caldero de leche con pan, para que se enfriara un poco, lo separaron de la lumbre y pusieron el caldero debajo de un enebro, cuando al rato lo retiraron, la leche por encima tenía bastantes pinchos de los que suelta los enebros, al verlo de forma jocosa le dijo a su hijo:

-¡Mira Benito! parece que la leche tiene canela.

-Otro día también con su hijo Benito en el campo le sucedió cierto hecho. Después de haber ordeñado y llenado un cántaro de veinte azumbres (cada azumbre son aproximadamente dos litros) al trasladarlo se le cayó a Benito, vertiendo toda la leche al suelo, al verlo su padre y verle imperturbable ante esa pérdida, se dijo así mismo:

-Mi Benito vale pa torero, ha vertido un cántaro de veinte azumbres y se ha quedau tan sereno.

-Su hijo no fue torero, pero lo que el “Tío Tadeo” no podía ni imaginar, es que un hijo de su hijo Manuel, es decir, su nieto, no solamente llegaría a torero, sino que hasta ahora ha sido el más importante matador de toros que ha dado Colmenar Viejo, Agapito García González “Serranito”.
El “Tio Tadeo” se casó con María de la Concepción Benito Santos (parece ser que se la conocía como Valentina), en Colmenar Viejo el 7 de febrero de 1892, y los casó el párroco don Tadeo Alonso Corrales, tuvieron seis hijos, Luciano, Manuel, Mariano, Gregorio, Benardino y Benito.
El “Tío Tadeo” no tenía nada de tonto, como ya hemos comentado fue un hombre rústico por su condición y su vida, y precisamente por su vida pastoral, y tantos ratos de aislamiento con su rebaño, cuando en su tiempo no existía ni por remoto asombro la compañía del transistor, él tenía todo el tiempo del mundo para meditar, lo que seguramente le hizo ser un hombre ingenioso, como muchos de sus dichos lo recogen, cuando falleció su esposa de enfermedad entonces desconocida, posiblemente de algún tipo de cáncer, exclamó:

-Ahora no hay más que adelantos, pero para ti María no hay ninguno.

-En Colmenar Viejo pasará a su pequeña historia como el “Tío Tadeo”, pero él en la realidad se llamaba Agapito Eulogio García Criado (de ahí que seguramente al maestro “Serranito” le pusieran el nombre de su abuelo), hijo de Manuel y de Vicenta, nació el 24 de de marzo de 1865. Según comentarios, su apodo dicen que pudo venir de haberle comparado jocosamente con Tadeo, un cómico que vino a Colmenar Viejo, que era muy alto, en contraste con Agapito que era muy bajito, o también que se lo pusieran por el cura que le casó don Tadeo el párroco.
Por su ingeniosidad, fueron muchos los hechos y dichos que el “Tío Tadeo” dejó, los reseñados son una pequeña muestra.
Aunque con una gran diferencia, al “Tío Tadeo” le sucedió como al Cid Campeador, si el Cid ganó una batalla después de muerto, al “Tío Tadeo” le sacaron un dicho cuando se fue al otro mundo. Su óbito sucedió el 30 de julio de 1949, y le enterraron a los dos días, el 1 de agosto, es decir; al mes siguiente, y la gente decía de él:
Fue popular hasta en su muerte,
se murió en un mes,
y le enterraron al siguiente.

Posdata: Doy las gracias al nieto de del “Tío Tadeo” a Julián García García, que lleva gustoso el apodo de su abuelo, por los testimonio de sus hechos y dichos, sin ellos no pudiera haber realizado este artículo, así como Agapito García González “Serranito” por sus apuntaciones. Muchos son los testimonios orales al no escribirse se pierden entre sus generaciones, y es una lastima, ya que muchos de ellos aunque sean pequeñas historias merecen ser contadas.