85 años del bombardeo “de día” (28 de noviembre de 1937) en Colmenar Viejo

Las trincheras del “Alto Eugenio”, durante su excavación arqueológica urgente por la empresa “Áqaba arqueólogos”, durante el verano de 2020

Actualidad
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times
Star InactiveStar InactiveStar InactiveStar InactiveStar Inactive
 

Dedicado a las víctimas de los bombardeos de Colmenar Viejo.
Dedicamos este nuevo artículo en nuestra sección “La Sierra en el punto de mira” a uno de los episodios más trágicos conocidos en la historia de Colmenar Viejo. El lunes, 28 de noviembre de 2022, se cumplió el 85 aniversario del bombardeo que tuvo lugar sobre esta localidad, causando 63 víctimas civiles, la mayoría de ellas mujeres y niños. Se trataba del cuarto bombardeo, como se verá, con un mayor número de víctimas, si bien hay que tener en cuenta también que el acaecido unos meses antes, en concreto el 21 de julio de ese mismo año de 1937, coincidiendo con el final de la batalla de Brunete, causó también 11 muertes, sin incluir a un Guardia de Asalto o las numerosas bajas militares, además de importantes daños en las cosechas y las viviendas; objetivos evidentes de la aviación, que venía repitiendo insistentemente para causar su efecto en la moral de los habitantes.

Creo que debemos recordar estos episodios, lejos de condicionamientos irrisorios, teniéndolos en cuenta como procesos de estudio y análisis sistemáticos, tan requeridos por la HISTORIA, y que algunos, inconsciente o interesadamente, tienden a arrojarla a la basura. Sencillamente, la HISTORIA, mejor ponerlo con mayúsculas, nos define, nos explica y nos hace reflexionar. Presento, por tanto, un humilde ensayo, abierto a la reflexión y al debate; reivindicando, en primer lugar, que las instituciones, especialmente las municipales, no miren hacia otro lado, creando bucles y vacíos históricos sobre lo acontecido en su demarcación  territorial.

Una fecha fatídica para la historia contemporánea de Colmenar Viejo

Juan Concha Aragón recordaba que el bombardeo de día, efectuado en Colmenar Viejo, el 28 de noviembre de 1937, “fue más gordo”, en comparación con el que tuvo lugar durante la noche del 21 de julio de ese mismo año. Nos comentó también que fueron 18 aviones Junkers, actuando en escuadrillas de tres en tres, y que causaron 65 muertos. dato que conocía porque, según él, su padre era concejal. Desde luego, Juan se acercó mucho a la cifra de fallecidos, si es que son exactas las 63 defunciones que hemos podido contabilizar en el registro civil del Archivo del Juzgado de Colmenar Viejo. Por lo tanto, corroborada esta información, podemos afirmar que dicha fecha debe inscribirse como una de las más fatídicas de la historia de Colmenar Viejo, al menos de su historia contemporánea.

Al iniciarse la Guerra Civil española, el municipio de Colmenar Viejo quedó incluido dentro del territorio republicano, permaneciendo hasta prácticamente el final de la misma, en concreto hasta el 28 de marzo de 1939, coincidiendo también con la caída de Madrid. Esa conmemoración se ha mantenido viva en el callejero de la localidad hasta hace muy pocos años, rememorando así la entrada de las tropas de Franco por este vial de su zona Norte, en la actualidad calle de San Sebastián.

Dada su posición, a tan solo 31 kilómetros al norte de Madrid, con quien se encontraba bien conectado, gracias a sus buenas comunicaciones, entre las que se encontraba el ferrocarril hasta Cuatro Caminos. Además, como cabecera de comarca, contaba con amplios servicios e infraestructuras, convirtiéndose así en un  destacado núcleo estratégico para los diferentes intereses tácticos y militares republicanos.

Por ello, desde muy pronto, se diseñó un sistema defensivo, mediante un sencillo complejo de trincheras abiertas en el cerro “Alto Eugenio”, en una posición dominante hacia la Sierra de Guadarrama, controlando, así, los dos accesos de las carreteras hacia Manzanares el Real, por el Noroeste, y Guadalix de la Sierra, por el Noreste. Para ello, se emplearon a presos colmenareños, detenidos por sus ideales derechistas.

CONTINUAR EN FORMATO  PDF