Alberto Núñez Feijóo está recomponiendo el PP a su estado anterior. Tampoco es que fuese muy bueno, pero por lo menos
empiezan a echar a los traidores que ficharon. La “war room” de Casado y Egea ha sido desmontada, adelantaba el diario El Confidencial, semana y media después de que el diario ABC publicase que Hervías ya no trabajaba para el PP. Cuando el río suena, agua lleva, y estaba claro que al pobre Fran le quedaban dos borrascas.
Casado y Egea montaron hace 2 años un plan para deshacerse de ese incómodo socio de muchos gobiernos, el cual les impedía gobernar como ellos siempre han gobernado. La transparencia era primordial para el partido naranja, no se podían montar chiringuitos, se despolitizaban las cadenas públicas, los consejeros no se podían reunir con empresarios interesados fuera de agenda, quieren leyes de protección a los denunciantes de corrupción, quieren quitar los aforamientos de los diputados, se limitaban mucho el número de asesores a los distintos gobiernos y corporaciones, y. finalmente, obligaban a dimitir si había una imputación o un caso grave, como en esos países donde se vive bien.
Ciudadanos le había costado el puesto a mucha gente ya, Santiago Abascal fue el primero justo antes de crear VOX, Manuel Chaves, José Antonio Griñan, Cristina Cifuentes, Pedro Antonio Sánchez, Manuel Villegas y los que quedaban tenían miedo de ser los siguientes. López Miras con el Vacunagate, Ayuso con el contrato de su hermano, Mañueco la financiación ilegal y con la compra de votos en sus primarias que se está investigando serían los siguientes en caer, y con ellos los 3 históricos bastiones del Partido Popular.
Estaba claro que la corrupción seguía instalada en el partido de Génova, al igual que en el partido de Ferraz, pero el PP estaba sufriendo costes inaguantables. Había dos soluciones. La primera era refundar el partido para hacerlo a imagen y semejanza de los partidos conservadores europeos, donde la corrupción, no está bien vista, y por cosas similares al Máster de Pablo Casado, habría que dimitir. Este plan hacía aguas porque la corrupción en el Partido Popular es endémica a todos los niveles. En las altas esferas del partido siempre han sido más leales al líder que al ordenamiento jurídico y a la constitución, pero en el resto de los niveles de la pirámide jerárquica también. Incluso los jóvenes de Nuevas Generaciones ya entran en el partido con esas expectativas, de ganarse un puesto, vivir de la política y tragar con lo que salga. Sería imposible porque esa misma refundación iría completamente en contra de la pirámide completa y nadie hubiese apoyado a Pablo Casado en tan complicada empresa.
La segunda opción, por supuesto, era cargarse a Ciudadanos. Mario Gómez de C's, vicealcalde de la ciudad de Murcia, había llevado el 19 de octubre de 2020 3 gigabytes de información comprometedora a la UDEF, así que había que darse prisa. El ataque empezó en diciembre de 2020 cuando el líder del PP de Villaviciosa de Odón, Raúl Martín, se aliaba con el partido extremista, nacionalista y populista, VOX, y finalmente le arrebató el 14 de enero la alcaldía a José Luis Pérez Viu de Ciudadanos. Este fue el primer experimento del partido de los charranes para quitarse a los naranjitos de en medio. Y encima les salió bien porque las encuestas que manejan no mostraban un desapego de su electorado por esta maniobra. Pero aún así necesitaban algo más para hacer que la opinión pública no les machacase. Entonces entró en juego Miguel Ángel Rodríguez, que fue fichado por Ayuso tan solo una semana después de lo acontecido en Villaviciosa.
Las funciones de M.A.R. eran claras, construir un relato creíble para asaltar al partido de Inés Arrimadas y desmontarlo cacho a cacho. Por otro lado, Teodoro García Egea, número 2 del partido de Casado, ya había contactado con personas importantes de Ciudadanos, como Fran Hervías, gran conocedor de la estructura interna del partido y Toni Cantó, que llevaba meses despuntando denunciando los trapicheos del trío del Botanic. La trampa estaba en Murcia con el Vacunagate y solo esperaban a que la formación naranja picase el anzuelo.
Y Ciudadanos picó el anzuelo. Ante las constantes roturas de los pactos entre C's y PP en Murcia, por parte exclusiva del PP, la formación naranja presentó 2 mociones de censura en la región de Murcia, una para el ayuntamiento de la capital y otra para el gobierno autonómico. Las justificaciones a estas 2 mociones de censura estaban claras. El Vacunagate de Lopez Miras y el fraccionamiento de contratos masivo del alcalde de Murcia. Y el Partido Popular lanzó el contraataque. Ayuso convocó elecciones aludiendo a una falsa moción de censura por parte del vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, a la que a su vez también respondió el PSOE presentando mociones de censura en la Comunidad de Madrid y en la Castilla y León. La moción de censura socialista de la Comunidad de Madrid fue desestimada por haberse presentado más tarde que la convocatoria, pero la de Castilla la Mancha sí se votó.
Miguel Ángel Rodríguez no solo preparó el relato, también preparó a Ayuso para una campaña extremadamente polarizada, en la cual se presentaba a la formación naranja como el nuevo socio de Sánchez, del sanchismo y por lo tanto del social-comunismo, y en la que había que votar libertad para combatir al “rojerío” de Sánchez, Iglesias y sus compañías de nacionalistas y terroristas. La izquierda intentó combatir este ataque respondiendo con la misma polarización pidiendo el voto para la democracia en contra del fascismo. La campaña fue un éxito para el PP, pero no tanto para los madrileños. Los habitantes de esta comunidad perdimos, los presupuestos, 1000 millones de € para PyMES y autónomos de fondos COVID, la televisión pública se volvió a politizar para después ver como ha perdido la mitad de su audiencia, los puntos del acuerdo que todavía no se habían legislado, como el fin de los aforamientos de los diputados en la CAM, la ley del denunciante de corrupción, y finalmente en el gobierno regional ha vuelto a montar los dichosos “chiringuitos” políticos a costa de nuestros impuestos. Ciudadanos, a pesar de tener un muy buen candidato y hacer una muy buena campaña, no consiguió entrar en la asamblea de Madrid. El PP le había robado todos los logros conseguidos, habían polarizado a su electorado, le había robado el honor y había victimizado a los corruptos.
Mientras tanto Fran Hervías se dedicó a hacer todas las llamadas posibles a todos los cargos públicos susceptibles de ser comprados. 3 diputados de Murcia, 2 diputados en Madrid, 1 diputado nacional, varios senadores, y un montón de concejales, entre los cuales están 2 en Colmenar Viejo. Me refiero a Lara Rodríguez y Carlos Velasco. La moción de censura de la Región de Murcia fracasa tras la compra de voluntades, la moción presentada por el PSOE en Castilla y León también fracasó por la lealtad de Francisco Igea y del grupo Ciudadanos. Pero la herida ya estaba abierta y sangrando abundantemente. Después vendrían las elecciones catalanas donde C’s sacó un resultado muy malo y en la tierra que lo vio nacer. Todo el mundo daba por desaparecido a Ciudadanos del espectro político.
El último ataque venía por parte de Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León. Pero aquí las cosas no salieron tan bien. Ayuso se había venido muy arriba, ya tenía el gobierno de la CAM pero también quería gobernar el PP en la Madrid, para tener el poder absoluto. Y por otra parte Mañueco no estaba preparado para la que se le venía encima, sus mentiras no calaron, Paco Igea fue escuchado, los Ayusers iniciaron una campaña en contra de Mañueco, para desgastar a Casado, pidiendo a la base electoral popular que se abstuviera y VOX, expectante, iba sumando números con los desencantados. El resultado ha sido bochornoso. El PP obtuvo menos votos que en los anteriores comicios, el PP nacional se partió en 2 perdiendo toda la credibilidad por las mentiras que se han visto descubiertas, Ciudadanos consiguió resistir, a duras penas, pero lo hizo, y VOX era necesario para gobernar. Los castellanos y leoneses, los grandes damnificados, han perdido el primer gobierno en décadas que realmente ha pensado en ellos, han perdido el gobierno más transparente de España y ahora estarán gobernados por la extrema derecha, en un gobierno que hasta los conservadores europeos han criticado, en concreto Donald Tusk, presidente del Partido Popular Europeo.
Ahora, tras la dimisión de Pablo Casado y después de unas falsas primarias en el Partido Popular, Feijóo tiene que recomponer filas, y los primeros en sobrar son los tránsfugas adquiridos por la anterior cúpula. El primero en salir ha de ser Fran Hervías como arquitecto de tan funesta opa hostil. Tras el anuncio del ABC de que ya no trabaja por el PP, los memes, chascarrillos y comentarios jocosos no se hicieron esperar. Los afiliados y simpatizantes naranjas descargaron todo su sentido del humor contra el Judas mayor, recordando algo que todos sabemos, que las traiciones se pagan.
Ahora la gran pregunta es… ¿Y el resto para cuando? Somos muchos los que estamos esperando la operación “desmontaje” en la cual los azules se deshagan de toda esa grasa fofa y corrupta que adquirieron. Y en Colmenar Viejo ¿Cuanto tiempo les queda a Carlos y a Lara? Las habladurías populares en nuestro municipio hablan de que Carlos ya no contaba porque el alcalde no está contento con la actitud y la capacidad de esfuerzo del vicealcalde, incluso desde antes de terminar las elecciones madrileñas, pero de Lara todavía no se había oído nada. ¿Será este el principio del fin también para la otra tránsfuga corrupta? ¿Será don Jorge García Díaz lo suficientemente valiente como para cesarlos sabiendo que María Paloma Maroñas, líder municipal del PSOE, no podrá apoyarse en los tránsfugas porque sería un suicidio de cara a las elecciones que habrá en 14 meses?
Los colmenareños no somos tontos y el año que viene tendremos que volver a depositar nuestro voto para las elecciones municipales, autonómicas y posiblemente también para las nacionales.
Ciudadanos sigue ahí, dando el cayo, ganándose su sueldo, desde Bruselas con Luis Garicano, Jordi Cañas y José Ramón Bauzá guiando a Europa en este conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Begoña Villacis está haciendo un trabajo fantástico en la capital y abriendo la Caja de Pandora con una investigación sin precedentes en la Villa de Madrid. Y por su parte los 9 diputados naranjas están consiguiendo que sus propuestas salgan adelante, ya sea por activa como en el caso de la ley para los enfermos de ELA, o por pasiva luchando contra las ya no tan útiles y molestas mascarillas, que serán retiradas antes de verano.
Nuestro alcalde tiene demasiadas piedras en la mochila, y más le vale que empiece a soltar lastre si no quiere que el feudo pepero de Colmenar Viejo también esté en riesgo.
Por favor alcalde, su pueblo se lo pide. Líbrese de la corrupción de los tránsfugas y empiece a dignificar su equipo de gobierno, la corporación, nuestro municipio y a la democracia.